miércoles, 12 de octubre de 2011

LA RABIA DEL CALOR, Y AL CALOR DE LA RABIA


“El cielo era un lamento de cuchillos:
así el desierto” (Javier Rerverte, “Poemas africanos”.


Eran las dos, y cada poco nos preguntábamos unos a otros. ¿Cuánto? 45. 45,5. 46,3. 49,8. Ahí se detuvo, pero el oxígeno se esfumaba. Recordábamos cuando alguien nos contaba que hace algunos veranos, pasando de 55 grados, acercándose a los 60 peligrosamente, los niños comenzaron a desmayarse. Después los ancianos. Algunas mujeres y hombres. No se caían, porque a nadie se le ocurría estar levantado. Sencillamente, se esfumaba la conciencia al mismo ritmo que el oxígeno. Porque esto es hammada.
Los viajeros del Bubisher ya no bajamos al mohayam solamente en los meses más frescos. Empezar y acabar el curso nos obliga a bordear el verano, y ahora empezamos a sospechar en qué consiste el infierno. Una décima más, es una tortura. Y es peor si se levanta el viento, que se convierte en un soplete, en un inmenso secador de pelo, de piel, de alma. Un soplete cargado de un polvo que traspasa los cuerpos sólidos, que se mete en todas partes. Porque esto es hammada.
Y los años del exilio. 35. 36. 36,1, 36,2. La paciencia es un pozo tan inagotable como del de Rabuni, pero hasta este tiene un final. Cunde el desánimo, la desorientación. La enseñanza va a menos, ya no aparecen maestros. Sus sueldos hacen que allí vuelva a regir nuestro viejo dicho: “más hambre que un maestro de escuela”. Los niños acuden cada mañana a la escuela, pero muchas veces, cada vez más, no hay maestro. Salen, vagan. Batas blancas entre las cabras.
En ese desolador paisaje se mueve, sin embargo, un pájaro de la esperanza. El Bubisher aletea contra corriente. Está acabando de construir su nido. “Ess Bubisher”. Palito a palito, adobe a adobe, colegio a colegio, céntimo a céntimo, sin apenas ayuda de ninguna institución de este estado malamadre del que, sin embargo, formamos parte. La biblioteca ya está lista. Amplias ventanas verticales que la llenan de la luz dulce de poniente. La curva que se puebla de niños a la caída del sol para escribir poesía y hablar de cuentos. El patio que pronto recibirá las acacias espinosas que cuidarán los niños de cada club, de cada escuela. Espacios silenciosos que pronto verán llegar las estanterías blancas, y después la lluvia de libros. Dos mil, dos mil quinientos. Llegarán a bordo del Bubisher II, donación del ayuntamiento de Málaga, que corre con todos los gastos del traslado. Caravana de más de diez días, rito de paso. Media docena de bibliotecarias han gastado el verano fichando y “tejuelando”. El ordenador llegará con la cartuchera llena. Cartuchos de esperanza para derrotar al calor, para aplacar la rabia. Y allí estarán ellas mismas, para recibirlos, para acunarlos, para darles un lugar en el que esperar la mano que los escojan, los ojos que los lean. Luego, allá por enero, el Bubi II partirá hacia Ausserd, y volverá a ser el principio. Pero llegaremos más sabios, más pacientes, más furiosos también. Somos más, cada vez más. Aquí, y allá. Esta pasada semana los estudiantes saharauis ya licenciados cogieron las brochas, encalaron, pintaron. Ya es vuestra también, les dijimos. Es nuestra, dijeron. Dejarán detrás de la cal sus tesis sobre el Sáhara, un albergue para peregrinos de la curiosidad y la investigación.
Y en el equipo saharaui, Memona, Kabara, Fanna, Hamida, Larossi, Bachir, Alghailani. Las mañanas en las escuelas, las tardes en los clubes de lectura de todas las dairas. La biblioteca regida por Fanna y Bachir, un horario fijo y seguro, todos los libros, todas las materias, una atención especial y llena de cariño a todos los libros sobre el Sáhara. Sección de árabe. Periódicos y revistas. Clubes de jóvenes, cursos, recitales. El Nido estará siempre en ebullición.
Ahora más que nunca. No nos equivocamos. Los saharauis necesitan el fusil de la cultura, la munición del castellano para ser alguien en el mundo, para gritar su presencia y su constancia. Ganará esta larga guerra de desgaste quien más culto sea. Y el Bubisher es una luz de esperanza. Y el Nido su nido. Los campamentos necesitan maestros y libros, más que nunca. En tiempos de crisis pedimos más y más voluntarios, inundar las escuelas de esperanza. Más y más socios para este proyecto descabellado que se va peinando paso a paso, día a día. Luchar contra el calor y la inmovilidad al calor de la rabia.


viernes, 4 de marzo de 2011

IDA Y VUELTA


Llegó por primera vez con el mar metido en su maleta. Y cuando la abrió, el aire se impregnó de olor a yodo, a sal, a azul. Enseñó a los niños a bucear en el medio del desierto, a descubrir el tacto de las escamas, las formas de los corales, el lenguaje de las ballenas.Regresó por segunda vez hace una semana llevándose consigo un millón de estrellas escondidas en sus lápices de colores. Y la responsabilidad de ser todos nosotros, de dejar entre las piedras y la arena las huellas de tantos pasos dados, de tantas manos unidas para seguir abriendo cuentos, para seguir contando historias, para no dejar de creer que la cultura es el camino.Se llama Carmenlourdes, es de Mérida y es de ley. Concentra en su mirada ese mar y ese cielo que han motivado sus dos viajes, durante los cuales, ha trabajado sin pausa pero sin prisa, aportando lo mejor de sí misma, recibiendo lo mejor del Sahara.Se cruzará en Barajas con Gonzalo. Ella regresa, él va. Probablemente no se vean en ese cruce aeroportuario, pero se sabrán pasándose el testigo. Gonzalo se lleva la llave que abrirá una nueva puerta, un mañana con futuro. Y, mientras tanto, aquí seguiremos enlazando manos, buscando fórmulas para seguir dejando huellas.Carmenlourdes, Gonzalo: Buen viaje de ida. De vuelta

martes, 15 de febrero de 2011

ARRIONDAS-SMARA:TAN LEJOS, TAN CERCA




Un pueblo. Un colegio. Unos niños. Sus padres y maestros. Un escritor. Nueva suma de manos que se unieron para apoyar a otro pueblo, a otros niños, a un proyecto que apuesta por los libros como pilares sobre los que construir un mundo en el que la igualdad de oportunidades empiece por la oportunidad de elegir la lectura como vínculo de todos con todos.
Ocurrió en Arriondas, en el Colegio Público Río Sella. Desde el pasado mes de diciembre, toda la comunidad escolar se volcó en una cadena de actividades que condujeron a los niños por el Sahara a través de su geografía, sus gentes y su cultura, su situación en los territorios ocupados y en los campos de refugiados. Un despliegue de imaginación y realidad que culminó con la visita de Gonzalo Moure.
 Kori y Caramelo le dieron la palabra. Y como al flautista de Hamelin, los niños le siguieron por lo caminos pedregosos de la Hamada. Y pudieron ver, con los ojos de su imaginación, a otros niños que dentro y fuera de un camión multicolor, leían, dibujaban, escribían… y les llamaban para que se unieran a ellos en ese juego perfecto en el que todos los niños del mundo deberían poder participar: El juego de crecer juntos, sin que nada ni nadie ponga frenos a su derecho a vivir una infancia feliz.
Cuando regresaron a casa llevaban en sus manos mucho más que un libro firmado por su autor. Las palabras ya no eran solo palabras, se habían transformado en una realidad llamada Sahara.
Pero antes de este encuentro ya se habían sembrado un buen puñado de semillas. El 28 de enero se realizó una carrera solidaria en la que cada corredor buscó un patrocinador que aportara material escolar para llevarlo a los campamentos. Las aulas se llenaron de trabajos sobre el Sahara y no faltó una jaima montada en el polideportivo del colegio ni un té, con todo su ritual, ofrecido por dos saharauis residentes en Asturias.
Y más, mucho más. La fuerza con la que los maestros han impulsado está campaña de solidaridad con el pueblo saharaui y con el proyecto Bubisher. La alegría y la profundidad con la que los niños la han vivido.
A todos ellos, nuestro agradecimiento y nuestro deseo de seguir juntos.

sábado, 12 de febrero de 2011

EL BUBISHER, "COLLALBA NEGRA", Y EN LATÍN...

Alguien del Bubisher dio hace un par de semanas una charla en el IES de Gádor. Y, por cierto, en una biblioteca cuya forma recuerda como una gota de agua a otra a la que será la sala de lectura y noches del Bubi en el Nido. En la charla había varios excelentes profesores, de los que hacen falta. Por si fuera poco, entusiastas de nuestro proyecto, que poco a poco van haciendo suyo y de sus alumnos también. Luego almorzamos juntos, algunos fumamos fuera, y de aquellas horas preciosas nos ha llegado este correo de Paco y Pilar, con la ayuda de su amigo y experto ornitólogo Marcos, que, creo que ya para siempre, aclara el nombre científico de nuestro querido Pájaro de la Buena Suerte.

"A dos especies de collalba negra parecidas (Oenanthe leucopyga y Oenanthe leucura) se les denomina en el dialecto hasssanía con el nombre de Bubchir بوبشير(el de la buena nueva) segun la tradición saharaui estos pájaros presagian buenas noticias deriva de la palabra arabe buchra بشرى que significa buena noticia. A las collalbas se les considera pajaros de buen presagio por ejemplo ,a la collalba negra de la zona Oenanthe leucopyga tambiés se la denominan Freiha فريحة alegria وnoticia alegre. Tambien dan esta denominación a veces al alcaudón real Lanius excubitor ,posiblemente se deba a que despues de abundantes lluvias aniden y críen sus polluelos en tiempo record, dando lugar a mayor número de aves ,lo que es sinónimo de abundancia de pastos, la mejor noticia para un nómada."

Oenanthe leucopyga | http://www.baladeornithologique.com/php/lasp578600.html

Hasta aquí la nota. Oenanthe leucura. Suena como "andante lectura", o "oyente lectura". Nada mal, nada mal.
Gracias, Paco, Pilar. Cuando queráis, esta es vuestra jaima rodante.

viernes, 11 de febrero de 2011

MUCHA MAGIA


Martes ocho de febrero. 8.30 de la tarde aproximadamente. Sergio, Ana, Memona, Daryaha y Larossi se encuentran en Protocolo de Smara. Hasta este momento, no se han visto nunca, pero se saben, se reconocen, son conscientes de que algo especial va a suceder.
Unas horas, apenas unas horas, lo justo para quitarse de encima el cansancio, y la sensación de cada uno de ellos confluye en un pensamiento único que se suma, a su vez, al de todos los que hemos vivido esa misma situación.
“Estamos como en casa” decía hoy Sergio “Es como si nos conociéramos de siempre” añadía Memona, jugueteando y riendo a su lado.
Y Daryalha, fascinada: “¡Hemos hecho magia! Han venido todos los niños de la escuela a vernos” Y se reía también de pura felicidad.
Sergio es mago. De su boca fluye un cuento mientras sus manos transforman la realidad. Ana suma al misterio que Sergio provoca, una especial habilidad para hacer que los niños creen, desde la lectura, unos trabajos manuales tan sencillos como bellos. Con poco material, pero con dosis altísimas de imaginación. Y cuando los niños se van a sus jaimas, los cinco se juntan para organizar los nuevos materiales que han llegado. Pero también para reír, para hablar, para intercambiar experiencias de vida.
Mientras tanto, por la radio de Smara se oye hablar a Gonzalo y a Ricardo y suena una y otra vez la palabra Bubisher. Y la gente lo comenta con entusiasmo. Con el orgullo de saberlo suyo. De hacerlo suyo día a día.
¡Vamos al Bubisher! ¡Viene el Bubisher! ¡Me gusta el Bubisher!...Expresiones infantiles que arrancan de nuestro interior fuerza para seguir trabajando por ese derecho que tienen todos los niños a crecer con un cuento en las manos.




lunes, 7 de febrero de 2011

OTRO ENCUENTRO CON EL CIELO DE SMARA


Una vez más, El Cazador de Estrellas llenó con su sabiduría un espacio muy alejado de su hogar, pero muy próximo en la mente de todos. Ocurrió en Chinchón el pasado sábado.
Ante cuarenta personas, pertenecientes en su mayoría al Club de Lectura de la Biblioteca Municipal de dicha localidad madrileña, Ricardo Gómez sacó de entre las páginas de su libro, las palabras exactas  para dar a conocer el Proyecto Bubisher. 
Hamida, el protagonista de esta bellísima historia, Daryalha, Memona y todos cuantos trabajan en Smara por sacar adelante este proyecto, sembraron de emoción un acto en el que .el interés del público por la situación social, política y cultural del pueblo saharaui fue in crescendo a medida que Ricardo iba avanzando en su discurso.
Emotivo, muy emotivo, fue el momento en el que  una de las asistentes mostró fotos de su familia en El Aaiún, lugar en el que ella y su esposo vivieron y criaron a sus hijos durante treinta años, donde compartieron alegrías y tristezas con sus amigos saharauis y del que todos tuvieron que salir con lo puesto en el 75.
La velada tuvo como telón de fondo una proyección de fotografías que ilustran la vida en los campamentos y la andadura del Bubisher por la Hamada
Puede que al finalizar el encuentro, cada una de las personas que estuvieron en él, mirara hacia el cielo con la sensación de haber aprendido a cazar estrellas.





miércoles, 2 de febrero de 2011

ZARAGOZA, VALLADOLID... EL BUBISHER SIGUE DANDO LA CARA


Ayer presentamos el Bubisher en Zaragoza, una vez más. Esta vez en la librería "Portadores de Sueños", el mejor escenario posible. Lo llenamos con amigos y gente interesada en el proyecto. Y hablamos durante una hora larga. Gonzalo fue el "maestro de ceremonias", y Beatriz la organizadora y dinamizadora del acto. Pero también estuvo el "Equipo A" (de Aragón), casi al completo: Chus, Carmen, Merche, Marga, Silvia, Mariajo, Iñaki, Paco... Y Clara, como autora del proyecto del Nido, diapositivas en ristre. Y Javier Sanz, el impulsor de "letrasenelsahara.com", y un representante de Um Draiga, y la joven saharaui Aichettu... Y tantos otros, y seguro que hay olvidos en la lista. Se habló de todo lo hecho y, sobre todo, "lo por hacer". Y se sumaron energías, y se vendieron camisetas y pins por valor de casi 500 euros, y se repartieron decenas de fichas de socios. Aragón ha sentido desde sus albores el espíritu Bubisher, y nunca nos havuelto la espalda.
Y ya muy pronto, Valladolid. Una vez más, Oletvm, una de las cuatro Librerías con Huella que han hecho posible la construcción del Nido, va a ser el marco. Esta vez de la exposición "El Beso" de Inés G. Aparicio, y de una pequeña presentación más. Hacia allí viajó ya el socio Paco Granda que, para su desgracia y nuestra suerte, se ha especializado en el montaje y desmontaje de la exposición. Tampoco Valladolid se aparta del Bubisher, y su gente ya va conociendo el proyecto como propio, y también de todos.

Os esperamos. Una vez más, sí, o por primera vez.