viernes, 12 de noviembre de 2010

LA PALABRA

Si he perdido la vida, el tiempo, todo lo que tiré, como un anillo, al agua, si he perdido la voz en la maleza, me queda la palabra. Si he sufrido la sed, el hambre, todo lo que era mío y resultó ser nada, si he segado las sombras en silencio, me queda la palabra. Si abrí los labios para ver el rostro puro y terrible de mi patria, si abrí los labios hasta desgarrármelos, me queda la palabra. (Blas de Otero) Nos llevamos el espiritu de este poema a Smara, para darles a ellos la voz y la palabra.

Pilar, Feli y Gonzalo.

1 comentarios:

Francisco O. Campillo dijo...

Siempre Blas de Otero, hoy más que nunca indispensable.

Podrán matarme,
pero no morirme.