Porque lo que hemos hecho este fin de semana, a pesar de las 9 horas largas de reunión, no ha sido trabajo, sino disfrute.
Ayer domingo no fue posible reunirse en el Patio Maravillas, pero fue casi mejor, porque nos fuimos a la Plaza de las Comendadoras y montamos un pequeño campamento. Todos de nuevo, salvo cinco bubisheros que ya el sábado anunciaron que no les sería posible asistir a la sesión del domingo, pero con alguna incorporación nueva.
No es momento de hacer un resumen exhaustivo de lo acordado ayer, porque la lista es larga y esta no es más que una recensión de urgencia. Pronto colgaremos un acta de la reunión.
Seguramente la noticia ahora es la asamblea misma, por la fuerza vital del Bubi que ha demostrado. Nueve horas sin ninguna discusión estéril, sin caminar en círculos, sin sensación de aburrimiento en ningún momento, y al mismo tiempo llenas de debate vivo y de toma de decisiones efectivas.
Pero hay también decisiones importantes que conviene reflejar aunque sea con urgencia.
Primero, la intención del Bubisher de establecerse el curso próximo en Smara. Algo que está pendiente de una reunión con el Ministerio de Educación, que es quien tiene que establecer el calendario, pero que creemos que mejorará el rendimiento del bibliobús en sus dos facetas: la escolar y la puramente bibliotecaria. Estar en Smara permite una estructura saharaui mucho más sólida, con dos monitoras, un director y un conductor-bibliotecario. Y permite también que el trabajo en las escuelas sea mucho más efectivo.
Esto no quiere decir que abandonemos a las demás wilayas. El curso siguiente estaría en otra y desde Smara se tratará de ir "poniendo huevos de bubisher" en todas, mediante el establecimiento progresivo de pequeñas avanzadillas, y visitándolas cuando sea necesario.
Se ha optado también por tratar de tener nuestra Jaima del Bubisher en Smara, para poder seguir con clubes de lectura en ella por la tarde-noche.
Otra de las novedades más notables es la campaña "A por el mar", preparada por Bea, Palma, Luisa y Javi, que va a permitir a los voluntarios tener un guión de actuaciones muy completo.
Y, en fin, muchas más decisiones que siguen conformando esta extraordinaria experiencia de estructura sin jerarquía, de sometimiento absoluto a nuestro único fin: que los niños y jóvenes de los campamentos lean más y mejor.
En cuanto a la gestión del voluntariado de Luisa, algo notable: ya tenemos 16 voluntarios para el curso próximo, aunque de momento "un poco amontonados en el primer trimestre".
Por último, el capítulo financiero: vamos bien, muy bien, y ya tenemos el curso que viene financiado sin más ayuda oficial que la del ayuntamiento de Fraga, y sobre todo, por tanto, con aportaciones de amigos del Bubisher.
En fin, una sensación fantástica de que el primer año de ensayo ya ha sido un año muy efectivo (todas las aulas de todas las escuelas, algo que no hubiéramos soñado hace un año), y una frase de Joaquín que aún resuena en nuestros oídos: el Bubisher se ha convertido en el fenómeno cultural más popular de los campamentos.
Y final: que ahora empezamos de verdad.
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