Llamar por teléfono a los campamentos y que alguien responda en la otra orilla a la primera es casi un milagro; la mayor parte de las veces, una pequeña odisea durante la cual, quien está intentando la llamada pone en práctica esa capacidad de hablarle al viento: ¿Pero será posible? ¡Vaya, otra vez igual! ¡Ya empezamos!... Y dependiendo de las veces que se repita el proceso de marcar con el resultado de la musiquilla correspondiente, seguida de, en el mejor de los casos, un pipipi que da por finalizado el intento, y en el peor por una operadora que vaya usted a saber en qué idioma habla, porque su voz llega envuelta en una especie de goma de mascar que imposibilita cualquier intento de comprensión, lo más genuino de nuestra lengua, sale como tiro de escopeta por nuestra boca. Vamos, que ni Quevedo.
Pero antes o después, la voz que esperamos oír termina por hacerse realidad, envuelta en ruidos, entrecortada, pero real al fin y al cabo. Y con ella, una riada de noticias que hace que nos olvidemos del maldito aparato que tenemos en la oreja para dar un salto y situarnos al ladito mismo de quien nos habla.
Estamos muy bien, decía hoy Gonzalo. Felices de haber pegado el primer picotazo en el terreno en el que, en muy poquito tiempo, veremos crecer el Nido del Bubisher. Llegará pronto la imagen de ese momento en el que se ha marcado el inicio de una obra en la que todos, de una forma u otra, habéis puesto buenas dosis de esfuerzo y confianza.
Y mientras tanto, siguen llenándose las Noches del Bubisher de poesía. La última tuvo lugar en la casa de uno de los poetas de la Generación de la Amistad saharaui: Chejdam Mahmud. Y en esta ocasión todo giró en torno a la belleza oculta en las palabras, a la forma en la que estas se enlazan para sacar hacia las zonas de luz su enorme poder de persuasión. Otro poeta, Mohamidi Fakal-la, leyó con una cadencia que hizo estremecer a los asistentes, versos esculpidos en la arena.
El tiempo pasa, y pasa deprisa, parece que fue ayer cuando llegamos y ya Feli y Mamen se preparan para regresar. Atrás quedan días de complicidades y de trabajo, de largas conversaciones, de manifestaciones multitudinarias que llenaron la Hammada de un clamor único…
Pero, pensándolo bien, solo el tiempo queda atrás, el resto se ha fijado en su piel como una filigrana de henna. Tatuaje permanente de vivencias.
5 comentarios:
DIGO YO QUE LA OPERADORA HABLARÍA EN ÁRABE O EN FRANCÉS
También para nosotros es difícil comunicar tanto y con tantas dificultades... Ahora es posible, y os contamos: se fueron Feli y Mamen, muy tristes, pero felices por haber estado peresentes en el primer golpe de pico sobre lo que será el Nido del Bubisher (Ashater Bubisher), con sus manos, y las de todos, incluido un niño, Hasana, en representación de todos quienes disfrutarán de la Biblioteca.
Hoy llega a España con Feli ese documento gráfico, una pequeña obra de arte e imaginación de Clara y Roge.
A veces, las cosas van despacio. Otras veces, se aceleran hasta el vértigo. Saberos a todos ahí da fuerza al vértigo. Mil abrazos. G.
Hola a todos. Acabo de regresar de Smara y, tras las 20 horas de viaje, solo recuerdo amigos y poesía. Poesía de mil formas. La vida en poesía. No os echo de menos porque estáis conmigo y espero sentiros siempre de este modo en mi piel y en mis "adentros".
Era la cuarta vez que viajaba a los campamentos, la primera con el proyecto Bubisher...Demasiado pronto para contar con sosiego, sin que se desborden los sentimientos, una de las experiencias más bonitas de mi vida. Una experiencia en la que se entremezclaron, además, un montón de "casualidades" (??) bellas y emotivas que me hicieron pasar de la sorpresa a la lágrima agradecida en más de una ocasión.
Gracias, hermanos de Smara. Gracias viejos y nuevos amigos, sería larguísimo nombraros (no es maravilloso?).
Me alcanzó "la zancada del deyar"...regalos de la vida.
Un abrazo enorme y hasta pronto.
Mamen
Os saludo desde de Madrid, parada intermedia antes de llegar a mi casa. Los abrazos que me despidieron en Smara se fundieron con los que me me estaban esperando, y entre todos hicieron desaparecer las penosidades de un viaje demasiado largo.
El polvo de Smara aún me cubre a pesar de la primera ducha reglamentaria e imprescindible de la llegada, porque es un polvo de arena y de estrellas, de sonrisas y miradas, de caricias y contactos que que se te introduce a través de la piel y es ya imposible desprenderse de él.
Estos días han sido muy intensos, tanto, que se han pasado en un suspiro.Quince suspiros: por el trabajo compartido, por las dificultades que se resuelven con ilusión y tenacidad, por las complicidades y las risas, por las celebraciones y fiestas tradicionales, por los niños ávidos de asomarse a la vida a través de los libros, por las mujeres interesadas en aumentar sus conocimientos, por los hombres que hablan de guerra y libertad, pero que creen en la palabra como arma aún más poderosa que las que escupen balas, por los ancianos que con su sabiduria alimentan el alma de los más jóvenes, por los nuevos proyectos que llevan a los campamentos trabajo y formación, por el derecho a la libertad de un pueblo que no se rinde y clama por su tierra, por las noches mágicas del Bubisher, en las que la poesía española y la saharui se unió en un único y maravilloso poema, por el Bubisher que vuela incansable cada día por Smara, llegando a cualquier rincón, a cualquier niño que le pida un cuento, por los besos de chocolate y por las cartas de los niños saharuis y españoles que no entienden de distancias y que sólo saben de deseos y de sentimientos, por el Nido del Bubisher en el que ya se pone sus primeros cimientos, por Hamida, Memona, Daryalha, Larossi, Bachir,Kabara Selmma Fatimechu y su familia, y otros múchos más amigos, hermanos saharuis, por Gonzalo,Pilar, Clara Roger, Mamen, maravillosos amigos, compañeros con los que ha sido fantástico convivir y trabajar. Gracias a todos por ello.
Estoy aquí y aún sigo allí. Me gustaría tener la clave por la que unir mis dos realidades. Mientras doy con ella, sigo suspirando.
Feli
Buenos dias, me alegro de las nuevas noticias, besos para todas y todos los que estais alli, me encantaria compartir estos dias en los campamentos con vosotras y vosotros
mua mua irene
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