El Bubisher sigue creciendo.
En efecto, ya no es solo bibliobús, y poco a poco va ramificándose en Smara. Por las mañanas Daryala y los voluntarios presentes acuden a las escuelas, de acuerdo con un calendario riguroso, para trabajar con los niños alguno de los cuentos del plan de lectura "A por el mar". Y se les invita a acudir al Bubisher, que por la tarde es biblioteca, dirigida por Memona. En ella, la propia Memona atiende, recomienda, cuenta cuentos (a veces propios), mientras que los voluntarios hacen lo mismo o desarrollan sus propios proyectos: musicales, poéticos, pequeños talleres, cuentacuentos...
A esta biblioteca de tarde no solo acuden los niños, claro, sino también jóvenes y adultos. Y maestros. Porque uno de los objetivos del Bubisher es implicar a estos, que adquieran recursos para trabajar la lectura con sus alumnos, que lean y escriban, que tomen libros en préstamo.
De estos maestros ha nacido ya el primer club de lectura que hacen que la jornada del bibliobús sea completa: las noches del Bubisher; tertulias en torno a un libro, sobre lo literario, lo divino y lo humano.
Y aún hay más. Un grupo de maestros está elaborando, dirigidos por uno de los voluntarios, un cuento: "El día de mi suerte". Una preciosa historia colectiva, pero con la chispa de Kabara Selma, una maestra llamada a hacer grandes cosas. El grupo se llama a sí mismo "El Gouwa" (La fuerza, la unidad, o la fuerza de la unidad).
Y más todavía: el Bubi ha recibido 2.000 libros en árabe procedentes de Italia, y nos planteamos crear una pequeña biblioteca en su lengua, con una bibliotecaria saharaui, que sea biblioteca abierta, pero que proporcione un pequeño fondo que complemente a los 1.500 libros en español que lleva el camión, porque algunos no leen bien el castellano y piden libros en árabe.
Y soñamos con una biblioteca fija, que sea también centro cultural.
Y con llevar otros Bubisher a las restantes wilayas.
Es evidente: para todo eso, necesitamos cada día más manos, más ayudas. Más voluntarios, sí, pero también más centros escolares o bibliotecas españolas que colaboren desde aquí, con fondos o con dinero, aprendiendo el hermoso camino de la solidaridad.
¿Te apuntas, te sumas?
El horizonte del Bubisher es eso: el infinito horizonte de los pájaros que vuelan, que traen la buena suerte.
4 comentarios:
Un beso a las noches del Bubi, a Kabara Selma, a Memona, Darjala y Larossi, a los voluntarios y sus cuentos y teatros, a el Gouwa y al voluntario que dedicó y dedica sus esfuerzos a que siga adelante, a los italianos y las italianas(a Berlusconi no!!), a la futura biblioteca fija del bubi, a la loteria que nos va a tocar y nos va permitir hacer un millón de cosas... y ya puestos, a todos los que quieran recibir un beso.
Bea
Ya sabéis lo que opino del proyecto BUBISHER, así que ahora no insistiré, solo os haré una pregunta:
¿Os animáis a elaborar un reportaje sobre la labor del BUBI en los campamentos de refugiados para el próximo SHUKRAN? Os aviso que ya casi contamos con esa colaboración ;-)
Porque en estos momentos tan duros y difíciles para los activistas saharauis, tal vez sea importante fijar un foco de atención en sendas que nos animen al optimismo.
Y por lo que veo ya hemos cruzado el mar, hemos llegado a argentina y es que a este bubisher no hay quien lo pare.
Seguimos, tenemos el gouwa y cada vez es más grande; más gente, más fuerza...
Un beso grande.
Inés*
Claro, Francisco. Escríbenos. Por ejemplo:
mouregonzalo@telefonica.net
Y hablamos de extensión, plazo y demás detalles.
¡Gracias!
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