viernes, 24 de septiembre de 2010

MESSAGE IN A BOTTLE


Hace un año por estas fechas, Memona empezó a recoger mensajes que los niños saharauis iban escribiendo y en los que hablaban de sí mismos, de su pueblo, del Bubisher. Llegaron a España en el otoño. Y justo entonces, empezó a llover. El viento que acompañaba a la lluvia sopló fuerte sobre el mar y las pequeñas embarcaciones quedaron amarradas en el puerto meses y meses. Llegó el verano y el mar se tranquilizó, pero la tierra, entonces, se llenó de enredos estivales.

Dentro de cuatro pequeñas botellas han descansado, por lo tanto y hasta hoy, las palabras que quieren llegar allá donde las olas las lleven. Porque el mar no entiende de fronteras, porque cualquier puerto, cualquier playa será el mejor lugar del Planeta si alguien abre el tapón de una botella en cuyas tripas, una breve nota explica nuestro proyecto y muchos trocitos de papel hablan del alma y la vida de muchos niños y niñas saharauis. Porque, entonces, habremos conseguido que el mar sea nuestro aliado, que todos los piratas, peces, estrellas de mar, marineros, capitanes, ballenas…que todos nuestros compañeros de viaje, que durante el año pasado nos ayudaron a ir A por el Mar, lleven nuestro mensaje donde, quizás, alguien descubra que existimos y ese descubrimiento cree, a su vez, una ola de solidaridad que llegue a los campamentos

Nuestras botellas, como la lámpara de Aladino, contienen un genio al que se le pueden pedir tres deseos: Cultura, libertad y respeto.

Memona, por fin, hemos conseguido el objetivo que nos propusimos hace un largo año. Los mensajes de tus niños duermen hoy mecidos por las olas de un mar bravo, tan fuerte y orgulloso como vuestro pueblo.

Nunca es tarde para hacer realidad los sueños.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Por fin llegaron al mar los mensajes!
Me gustó mucho el texto de hoy compañeros bubisheros.
Un beso desde Argentina.
Inés*

Anónimo dijo...

La ilusión de Memona, retazos de corazones de los niños saharuis, el espíritu del Bubisher, las manos que los han lanzado al mar.
Gracias por todos esos gestos. Que lleguen lejos, lejos
Tan lejos como solo pueden llegar los sueños.

Feli

mgab. dijo...

me encanta vuestro blog que acabo de descubrir. os voy a seguir la pista.. o la estela..

momo dijo...

cada dia haceis entradas más bonitas y entrañables...
besinos

Anónimo dijo...

Precioso, Palma. Las botellas llevan mucho de ti también.

Anónimo dijo...

Las botellas, además de los mensajes, llevan algo que es de todos: Confianza en el Proyecto, entrega en el trabajo y una enorme cuenta de sumar. Y ya se sabe que una suma bien organizada se convierte en multiplicación y de ahí a las progresiones geométricas, un paso.