EMPEZAR CRECIENDO

No se puede empezar mejor un año. Construyendo. Hoy sábado, lunes para los saharauis, era día de trabajo. Y a las seis de la tarde, este era el aspecto del "beit" (la habitación para los voluntarios), y de la biblioteca. Si pudiéramos hacer un salto adelante, cuantos buenos ratos veríamos en el beit, cuántas tardes de silenciosa o ruidosa lectura viviríamos en la biblioteca...

Y a cuantos que aún ni siquiera lo saben encontraríamos allí, trabajando codo con codo con Memona, Daryalha, Larossi, Hamida, con las responsables de los clubes de lectura que florecen este invierno. Y con los niños deseosos de sueños. Y con los jóvenes necesitados de un espacio propio. Y con los adultos que quieren libros con los que reverdecer la lengua que adoptaron también como suya.

Pues no, cuando se siente lo que sentimos por el pueblo saharaui cuantos luchamos por su futuro, no se puede empezar mejor el año.